El pasado domingo celebramos Pentecostés y un grupo de jóvenes de San Fernando recibió el sacramento de la confirmación. Uno de ellos, Antonio, nos lo cuenta.

Después de varios años de formación por fin llego nuestro día. Mi grupo, compuesto por Ana, Sandra, Cristina, Irene, Paula, Lydia y yo nos confirmamos el pasado 4 de Junio (día de Pentecostés) en la parroquia de EL Buen Pastor, en San Fernando. La celebración fue presidida por el Obispo de Cádiz. Los días previos a la confirmación estuvieron marcados por muchos nervios por partes de los confirmados. Incluso llego ha haber alguna pelea de pareja entre una de nuestro grupo y su novio (que finalmente asistió por sorpresa al evento).

La celebración fue muy emotiva para todos los presentes. También hubo momentos cómicos como durante la crismación, ya que todos estábamos expectantes por ver la frente de una compañera nuestra (Cristina, alias La Flequi) a la que no le gusta mostrar su frente. No le quedó más remedio y los flashes se lanzaron sobre ella para capturar en una foto dicha frente (difícil de ver y casi mítica). En la foto se aprecia cómo Paula aún no se cree lo que esta viendo (es normal es una frente mítica…) y a los señores de atrás inmortalizando el momento de esa frente, estupefactos, como todos os que la vimos…

Sin duda para todos el momento más deseado y por el cuál estábamos nerviosos era por recibir otra vez al Espíritu Santo, yo incluido entre todos. Era el momento de renovar nuestra fe, de hecho el obispó nos preguntó: «¿Queréis a Jesús?» y todos nosotros le respondimos que sí con una gran sonrisa en la cara.

Las personas que fueron nuestros padrinos/madrinas fueron muy importantes para nosotros ya que la elección fue muy complicada. Ellos mostraron gran satisfacción al saber que eran los elegidos y nos regalaron momentos muy emotivos, como el de la madrina de nuestra compañera Ana, que es su abuela, que le dijo al obispo mientras le daba la mano que era la segunda nieta que le confirmaba y que era la segunda vez que era madrina. Sin duda estaba orgullosa de su nieta.

Más momentos emotivos: cuando la prima de nuestra compañera Lorena fue a darle un beso o nuestro maravilloso e increíble coro poniéndonos a todos los vellos de punta a todos con los vellos de punta o, más personalmente, la presencia de mi familia (que es la primera vez que tuvieron cercanía con un sacramento en la parroquía y encima se sintieron orgullosos de mí), y la de mi prima (que llegó de Argentina hace relativamente poco) o mis amigas, que vinieron a presenciar este gran paso en mi fe.

Después de la celebración en el templo lo seguimos celebrándo de la mejor manera que sabemos: comiendo. Aprovechamos para estar con nuestra familia de la parroquia y con el resto de personas presentes disfrutando el hecho de que hemos recibido el sacramento de la confirmación (y cotilleando, como no…). También vino una amiga nuestra de las convivencias a la que queremos mucho, de Sevilla: Rocío Bullón.

Por último les queremos dar las gracias a nuestros catequistas: Curro y Gloria; a Curro por acompañarnos tantos años y a Gloria, que aunque lleve menos tiempo con nosotros nos ha aportado muchas cosas sobre Dios y la Fe. Gracias, Muchas gracias.

En definitiva, fue un día muy especial para nosotros ya que la confirmación fue un paso muy importante para nuestro camino de la fe, el cual continuará en comunidad y viviendo el amor de Dios de la mejor forma posible, en familia (y que era un día muy esperado para nosotros).